La Contraloría General de Cuentas (CGC) ordenó suspender temporalmente la licitación para contratar el mantenimiento de un rompeolas en la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ), por el hallazgo de tres inconsistencias.
La advertencia se realizó el pasado 24 de febrero al gerente de la portuaria, David Berganza Alburez, pero se continuó con el evento “Mejoramiento Infraestructura Portuaria Rompeolas Este y Oeste”, que se adjudicó a la empresa constructora Supervisión, Construcción y Mantenimiento, S.A., por un monto de Q477.9 millones, el pasado 3 de marzo.
Mónica Monge, vocera de la CGC, expuso que las inconsistencias detectadas fueron: requisitos fundamentales de la emisión de la constancia de visita de la obra; deficiencias de la base de licitación al cronograma del proceso y el incumplimiento de la normativa legal en la apertura de las plicas (ofertas).
Aclaró que, aunque ya pasó el proceso de adjudicación, se están realizando los análisis legales por no haber atendido esta suspensión temporal que implicaría a los responsables sanciones administrativas y penales.
La junta directiva de la EPQ deberá conocer en los siguientes días si aprueba o imprueba el contrato del rompeolas, pero la Contraloría hizo ver los resultados de la auditoria preventiva.
Durante el proceso se recibieron 10 inconformidades, las cuales fueron rechazadas por la EPQ, pero que ahora la CGC estaría sustentando las inconsistencias detectadas.
Transparencia
Representantes del Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala (Cutrigua), se manifestaron sobre el proceso y apuntaron varios aspectos que tiene que ver con el puerto, desde el punto de vista estratégico.
Juan Suárez, presidente de Cutrigua, declaró que como sector privado siempre están interesados en que se realice inversiones en infraestructura que ayuden a mejorar la competitividad de los procesos, y en este caso, se habla de mejorar la eficiencia de un puerto internacional de exportación e importación.
Expuso que, como Cutrigua, no cuentan con los detalles de la contratación, y lo que se espera es que se hayan tomado todos los criterios técnicos para hacer un rompeolas, y “un rompeolas no es un muro de contención, sino un filtro que absorber la energía del mar, y son parte de los criterios técnicos que hay que respetar, ya que contamos con uno que ha funcionado bien durante 30 años”.
Además, recordó que había un estudio que decía que podría estar funcionando unos diez años más.
El proyecto debe estar en el manto del cumplimiento de las leyes de compras, y “esperamos que se haya cumplido”.
Ingrid Barillas, directora ejecutiva de Cutrigua, manifestó que el principal interés es que esto no afecte las operaciones portuarias, e insistió en que se respeten los criterios técnicos explica un artículo de Prensa Libre.
Barillas recordó que en 2018 una compañía holandesa realizó un estudio sobre el rompeolas y concluyó que le daban 10 años de vida a la infraestructura y que en ese momento no era el momento de hacer esa mejora.
Sin embargo, como sector privado, se indicó en esa ocasión a las autoridades del puerto que tenía que revisar sus planes de inversión para que el mismo se pudiera considerar, en el momento cuando se llegara a esa etapa, hacer la obra con las condiciones claras.
“Esperamos que se respeten los criterios técnicos y que se realicen los procesos adecuados al marco de la ley de existen y que los aspectos financieros y técnicos sean los acordes para que tenga un final feliz y algo que no perjudique al puerto”, destacó.
Suárez comentó que la intervención que se realiza cumpla con el eje transversal que debe pasar en toda contratación pública que es la transparencia y el apego a las normativas.
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