En estas migraciones forzadas por la crisis climática, más allá de su impacto ecológico, también podrían aumentar drásticamente el riesgo de que surja una nueva crisis sanitaria global. Según argumenta el análisis más completo realizado hasta la fecha, publicado este jueves en la revista 'Nature', estos desplazamientos climáticos podrían provocar al menos 1.500 intercambios de virus entre animales y humanos en tan solo 50 años. Y esto, a su vez, podría convertirse en el caldo de cultivo perfecto para que brote una nueva pandemia.
El diagnóstico, elaborado por un equipo internacional de científicos, estima que los cambios geográficos en la distribución de especies serán uno de los principales factores de riesgo en el surgimiento de nuevas enfermedades infecciosas. Se estima que en las próximas cinco décadas, de aquí a 2070, si el calentamiento global alcanza los dos grados de media el mundo podría vivir alrededor de 300 intercambios de parásitos y patógenos entre animales y humanos al año. Y tal y como ocurrió con el coronavirus responsable del covid-19, solo hace falta que este intercambio prospere una vez para que infecte al 'paciente cero', dé lugar a un primer brote y a continuación desate una nueva pandemia global.
El siguiente 'virus emergente' puede brotar en cualquier lugar del mundo, pero según señalan los expertos hay dos regiones donde el riesgo es especialmente alto; la zona de África ecuatorial y el sudeste asiático, sobre todo en el caso de la India y del sud de China. En estos territorios, destaca el análisis, la destrucción de ecosistemas naturales empuja a los animales hacia zonas con altas densidades de población y se convierte en el escenario ideal para que las enfermedades salten entre especies.
También preocupa que, debido al aumento global de las temperaturas, mamíferos especialmente propensos a generar enfermedades infecciosas lleguen cada vez más lejos en busca de refugio climático. El caso paradójico, comenta el estudio, es el de los murciélagos (uno de los principales sospechosos de haber 'incubado' el coronavirus responsable de la actual crisis sanitaria). Según señalan los expertos, de hecho, ya se han detectado migraciones de murciélagos originarios de Brasil hacia lugares tan lejanos como los Apalaches, en Norteamérica. Y esto, de por sí, también aumenta el riesgo de que las enfermedades que cargan estos animales se expandan mucho más allá de los confines geográficos en los que se movían hasta ahora.
Soluciones urgentes
Tras lanzar la enésima señal de alarma sobre las consecuencias de la crisis climática, los científicos reclaman medidas tanto para frenar el avance del calentamiento global como para evitar la propagación de nuevos patógenos. "Este estudio demuestra una vez más cómo el cambio climático supone una amenaza directa para la salud humana y animal", recuerda Gregory Albery, investigador del departamento de Biología de la Universidad de Georgetown y uno de los autores principales del recién publicado análisis. "Estamos más cerca que nunca de predecir y prevenir la próxima pandemia. Ahora tenemos que buscar soluciones para este problema", añade Colin Carlson, otro de los autores de este análisis.
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