Lo cierto es que se desconoce cuál es el estado real del famoso francotirador. Varios medios ucranianos se han encargado de desmentir la información publicada por el bando ruso y les ha acusado de tratar iniciar una guerra de la información a través de las redes sociales. «Es dudoso que Wali haya sido abatido, por no decir imposible. Principalmente porque no se encontraba en Mariupol. Está operativo y ya tiene 11 bajas confirmadas», ha sido la respuesta de Ucrania. Las redes sociales están divididas entre los que creen que el tirador ha sido abatido y quienes defienden que se trata de información falsa.
No habrá que esperar mucho para conocer la realidad sobre la situación de Wali. El francotirador se comunica a menudo con el medio canadiense 'Daily Mail' vía telefónica para dar a conocer la situación de la guerra. En la última entrevista del 14 de marzo, con Wali escondido en lo alto de un edificio semiderruido de Kiev, alegó que «no me gusta la idea de dispararle a nadie, pero cuando llegue el momento de apretar el gatillo no lo dudaré. Si Putin quiere Kiev tendrá que pagar un precio alto. Nadie quiere a los rusos aquí. Tendremos que hacerles mucho daño. Perderán tantas vidas que esto se convertirá en otro Stalingrado».
Wali aterrizaba en Ucrania con el cartel de héroe para muchos ucranianos y por gran parte de la comunidad de internet. Veterano de guerra con el 22º Regimiento Real Canadiense en Afganistán entre los años 2009 y 2011, volvió a empuñar el arma en 2015 para alistarse como voluntario a las fuerzas kurdas situadas en Irak para combatir al Estado Islámico. Fue allí donde obtuvo su mayor proeza: 40 muertes en un mismo día, además de abatir a un hombre a un distancia de 3.540 metros, la muerte más lejana registrada por ningún soldado canadiense. Sin embargo, sus hitos en el campo de batalla han supuesto un cuchillo de doble filo después de que confirmase su presencia en la guerra de Ucrania. Un héroe y una esperanza para el bando ucraniano y una amenaza para el ruso.
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