Estas últimas semanas fueron de mucha diversión y estar en familia, sin embargo, hay que reconocer que a veces nos puede resultar difícil decir no a alimentos que sabemos no son del todo sanos en nuestra alimentación. Pero no te preocupes porque aquí te dejo algunos tips que te ayudarán a limpiar tu organismo y regresar con éxito a tu vida fit.
Evitar los procesados
Evitar los procesados debería de formar parte de nuestra rutina diaria, pero, teniendo en cuenta nuestro estilo de vida, es comprensible que apostemos por ellos para poder comer de una forma rápida sin pasar mucho tiempo en la cocina. Además, a muchos les encantan por su sabor, por lo que siempre cuentan con este tipo de productos en su hogar. Estamos hablando de zumos industriales, galletas, cereales, fiambres o cualquier plato precocinado. Todos ellos presumen de tener grasas saturadas, conservantes, azúcares o aditivos, entre otros. De este modo, según los profesionales en nutrición, lo más recomendable es consumir únicamente pescado, carne, fruta, verdura o legumbres. Es decir, debemos apostar por los alimentos reales.
Las frituras es una de las cosas que debes dejar de consumir durante el proceso de limpieza. |
Desayuno sin embutidos
Como acabamos de decir, lo más recomendable es apostar por esos alimentos naturales y sanos que ayudan a nuestro cuerpo a fortalecerse. Es cierto que son muchas las personas a las que les encanta añadir embutido a sus desayunos, preparándose tostadas con este tipo de productos. Sin embargo, teniendo en cuenta que están cargados de sal y de grasas malas, lo mejor es cambiar el chip y retirar, al menos durante unos días, el chorizo o el jamón dulce, por muy rico que nos parezca que esté.
Hay multitud de alternativas de desayunos sanos que no necesitan embutido para hacernos sentir bien. Por ejemplo, podemos apostar por atún o sardinas. También tenemos la oportunidad de comer tostadas con aguacate o bollería casera, como magdalenas o bizcochos. Estos últimos, cuanto menos azúcar lleven, mejor.
Comer mucha verdura
La verdura posee mucha fibra y, también, mucha agua. Tanto es así que los nutricionistas siempre aconsejan que la mitad de nuestras comidas más importantes sean de verdura. Se trata de una meta muy sencilla de conseguir, puesto que se puede añadir a todo tipo de platos, como los bocadillos. Es más: también se pueden hacer zumos muy saludables con este tipo de alimentos.
Es importante apostar por verduras con sabor amargo. Entre ellas se encuentran las alcachofas y las endibias. La razón es que estimulan la liberación de bilis por parte del hígado. También son esenciales aquellas que son ricas en azufre, como el rábano o la cebolla. El motivo es que fluidifican la bilis. Asimismo, destacan aquellas que son ricas en potasio, como los espárragos, el apio, las acelgas, los pepinos, las lechugas y las espinacas, con el fin de combatir la retención de líquidos.
Las verduras son indispensables para tu sana alimentación. |
Proteínas ligeras
Si sabes escoger las proteínas adecuadas, estas también depuran. Estamos acostumbrados a pensar que solo depura el hecho de estar toda una jornada comiendo fruta o bebiendo zumos de verdura, pero nada más lejos de la realidad. La razón es que las proteínas forman enzimas que ayudan a limpiar el hígado. Por ello, lo más recomendable es apostar por las más ligeras, como la carne magra o el pescado.
Fuente: mariazel.com
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