El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció este martes que sacó a las Farc de su lista de organizaciones terroristas (FTO por su sigla en inglés) a través de un comunicado firmado por el Secretario de Estado, Antony Blinken.
En el comunicado, Blinken sostiene que las Farc también fueron excluidas de la lista de organizaciones vetadas por el Departamento del Tesoro y que prevé sanciones económicas. Así mismo, el Departamento de Estado advirtió que ha incluido en la lista de organizaciones terrorista a dos grupos asociados con las extintas Farc: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP) y al grupo Segunda Marquetalia.
Paralelamente, señaló que los líderes de estas dos organizaciones, es decir Luciano Marin Arango, Hernan Dario Velasquez Saldarriaga, Henry Castellanos Garzon, Néstor Gregorio Vera Fernandez, Miguel Santanilla Botache y Euclides Espana Caicedo, fueron designados como Terrorista Globales Especialmente Designados (SDGT), que es la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro de EE. UU.
La decisión había sido anticipada hace un mes por este diario y confirmada la semana pasada por altos funcionarios de la Casa Blanca.
"Desde la firma del acuerdo de paz en el 2016 las Farc se disolvió y se desarmó formalmente. Ya no existen como una organización organizada que se dedica al terrorismo, hace terrorismo o tiene la capacidad o intención de hacerlo", dijo Blinken.
El departamento de Estado aclaró, no obstante, que la decisión no elimina cargos en EE. UU. por narcotráfico y otros crímenes que existan o puedan surgir en el futuro contra exmiembros de las Farc. Así mismo, tampoco borra la mancha que dejó sobre ellos la decisión de la Justicia Especializada para la Paz (JEP) cuando concluyó que sus acciones eran crímenes contra la humanidad.
Lo que la nueva medida hace, dijo Blinken, es facilitar la capacidad de EE. UU. para respaldar la implementación de los acuerdos y el trabajo con los que se desmovilizaron.
De acuerdo con funcionarios de la administración Biden, el proceso para retirar el nombre de las Farc de la lista comenzó durante el gobierno de Donald Trump e hizo parte del mecanismo regular de evaluación que adelanta EE. UU. anualmente para determinar si un grupo continúa cometiendo actos terroristas o ha cesado sus actividades o dejado de existir como tal.
Las Farc fueron incluidas en la lista de FTO en 1996. Sin embargo, tras la firma de los acuerdos de paz, ese estatus complicó el apoyo de Washington a su implementación.
Ese año EE. UU. aprobó casi US $500 millones de dólares para en parte respaldar los acuerdos y desde entonces han entregado US $ 800 millones adicionales. Sin embargo, ninguno fondo ha podido ser utilizado en programas que beneficien a desmovilizados, pues eso se consideraría apoyo material a una organización terrorista bajo las leyes de EE. UU.
Así mismo, los funcionarios estadounidenses ni siquiera podían entrar en contacto con ex miembros de la organización, incluidos aquellos que conformaron un partido político y se le asignó una curul en el Congreso.
En el comunicado Blinken explica que la designación de las Farc-Ep y Grupo Marquetalia golpea a las facciones que no quisieron desmovilizarse y continuaron con las acciones terroristas. Dice, por ejemplo, que son responsables del asesinato de ex combatientes al igual que atentados, secuestros y otros crímenes.
El comunicado incluye a su vez los nombres de guerra de sus principales líderes. En el caso de Nueva Marquetalia se trata de Iván Márquez, El Paisa y Romaña. Para las Farc-Ep mencionan a Iván Mordisco, Gentil Duarte y Jhonier.
"Como resultado de nuestra decisión de hoy, entre otras consecuencias, todas las propiedades e intereses de estos grupos o individuos deben ser bloqueados por el Departamento del Tesoro. Adicionalmente, las personas que hagan transacciones con estas personas designada se exponen a ser ellos mismos designados. Así mismo cualquier institución financiera que les ofrezca sus servicios podría ser sancionada y es un crimen ofrecerles apoyo material a estos grupos", dijo Blinken en el comunicado.
Aunque la decisión de excluir el nombre de las Farc de la lista no precluye los crímenes que hayan cometido sus miembros ni cobija a quienes hayan seguido delinquiendo, cayó mal entre ciertos sectores de EE. UU. particularmente republicanos y políticos demócratas en la Florida.
De acuerdo con el senador Marco Rubio se trata de una decisión que puede "incentivar a los narcoterroristas y los regímenes que los patrocinan en toda nuestra región”.
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