Bush al que tocó hacer el papelón de tratar de demostrar, nada menos que ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que Saddam Hussein ocultaba armas de destrucción masiva. Había que justificar la invasión de Irak. Pero todo resultó ser una farsa, y a la hora de la representación él se había colocado en el centro de la escena.
Colin Luther Powell nació el 5 de abril de 1937 en el barrio neoyorquino de Harlem, dentro de una familia humilde. Se crió en el Bronx, empezó a estudiar en un colegio público de la Gran Manzana y después inició su formación universitaria en el City College de Nueva York, donde se graduó en Geología. Los estudios le sirvieron de puente para la que fue una deslumbrante carrera, primero como militar y después como político.
La familia de Powell ha comunicado esta mañana su fallecimiento por “complicaciones” tras haber contraído la covid. "Hemos perdido un esposo, padre y abuelo extraordinario y amoroso, y un gran estadounidense", dijeron en un comunicado.
"Estaba completamente vacunado. Queremos agradecer al personal médico del Centro Médico Nacional Walter Reed por su atento tratamiento", añadieron lo familiares en su página de Facebook.
Powell fue el primer afroamericano en ocupar el puesto de jefe de personal de las fuerzas armadas, antes de convertirse en el principal diplomático estadounidense bajo la presidencia republicana de George W. Bush.
En nuestras filas encontré un ánimo desinteresado que me recordó al ambiente familiar, donde todos nos cuidábamos unos a otros. La raza, el color de la piel, la historia personal o los ingresos no significaban nada"
Colin Powell
El joven Powell se unió pronto al Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de la Reserva, que pese a su nombre era un programa universitario de formación militar. Él se apuntó en su primer ao dentro del City College. Y en 1958, a los 21 años, fue ascendido a alférez.
De aquellos días, Powell escribiría muchos años después: "Me convertí en el cabecilla casi inmediatamente. Encontré un ánimo desinteresado en nuestras filas que me recordó al ambiente familiar, en el que todos nos cuidábamos unos a otros. La raza, el color de la piel, la historia personal o los ingresos no significaban nada. Tras las puertas de nuestros cuarteles había menos discriminación, más meritocracia y condiciones más igualitarias que en los ayuntamientos sureños y las empresas del norte del país".
Esa percepción le cambió en Vietnam, donde combatió en 1962 y 1968, primero como capitán y en condición de asesor militar; después como mayor en funciones de responsable de Personal. "De las muchas tragedias ocurridas en Vietnam -dijo-, la discriminación pura y dura se me hace la más dañina para el ideal de que todos los estadounidenses fueron creados iguales y todos deben demostrar la misma lealtad a su país".
El mayor Powell regresó a Estados Unidos cubierto de medallas. Ascendió a teniente coronel y, justo cuando estallaba el escándalo del Watergate, le nombraron miembro invitado de la Casa Blanca, según recuerda George Packer en su libro El desmoronamiento.
El ya muy destacado oficial comandó un batallón en Corea del Sur, se convirtió en jefe de brigada en Fort Campbell y, ya bajo presidencia de Jimmy Carter, llegó al Pentágono. En 1972, cuando tenía 42 años, se convirtió en el general más joven del ejército de su país.
"De no ser por el Irán-Contra, yo seguiría siendo un general desconocido y me habría jubilado sin que jamás nadie hubiera oído hablar de mí"
Colin Powell
Con Ronald Reagan de presidente, y siendo general de división, Powell se vio en medio del escándalo Irán-Contra. Lo cual, paradójicamente, se convirtió en el trampolín definitivo hacia las alturas políticas. Pues fue entonces cuando la Casa Blanca requirió sus servicios, como asesor de Seguridad Nacional adjunto, para que pusiera orden en aquel follón.
"De no ser por el Irán-Contra, yo seguiría siendo un general desconocido. Me habría jubilado sin que jamás nadie hubiera oído hablar de mí", afirmaría.
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