El derretimiento del Ártico avanza a un ritmo más rápido de lo que se creía anteriormente. En octubre de 2020, el paquete de hielo polar (el enorme hielo marino que mantiene frío al Ártico) ha alcanzado mínimos históricos, una señal segura de que el primer invierno sin hielo de la región llegará en la próxima década.
Los científicos creen que incluso con el derretimiento de la capa de hielo polar, el último bastión del Ártico que permanecerá congelado antes de perecer será un área de un millón de kilómetros cuadrados que se extiende al norte de Groenlandia y la isla de Ellesmere conocida como el Última zona de hielo.
Sin embargo, un nuevo estudio ha documentado la formación de un enorme agujero de 3.000 kilómetros cuadrados en la Última Zona de Hielo, justo en un área donde se encuentra el hielo más grueso, hasta cinco metros de espesor.
El agujero apareció en la última zona de hielo donde alcanza los 5 metros de espesor y fue considerado el último lugar en derretirse en el Ártico. |
El agujero se observó por primera vez en mayo de 2020 y tiene forma de a polinia (un área de mar abierto alrededor de un área de hielo marino) que sorprendió a los científicos:
Nadie había visto una polinia en esta área antes. Al norte de la isla de Ellesmere es difícil mover o derretir el hielo porque es grueso y hay mucho, explicó Kent Moore, investigador del Ártico de la Universidad de Toronto y autor principal del estudio, en un comunicado.
Entre las hipótesis para explicar la aparición del primer hoyo en la zona se encuentra la adelgazamiento del hielo año tras año; sin embargo, los científicos no esperaban que este fenómeno ocurriera en el último parche de hielo.
Investigación publicada en la revista Cartas de investigación geofísica de la American Geophysical Union (AGU, por sus siglas en inglés) cree que es probable que el agujero surgiera impulsado por condiciones extremas de viento o una tormenta de alta presión con vientos fuertes.
Después de analizar miles de imágenes históricas y datos atmosféricos en busca de fenómenos similares previamente registrados, descubrió pequeñas polinias formadas en 1998 y 2004 que habían pasado desapercibido para la ciencia. Por tanto, los resultados de las observaciones se perciben como una señal de que «el área no tan duro como se pensaba anteriormente.
Fuente: pangeanatura.com
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