Hace mucho tiempo que los videojuegos se dejaron de considerar una pérdida de tiempo. Hoy en día, los videojuegos pueden ser muy educativos y mejorar nuestras habilidades de diversas formas, como mejorar la coordinación mano-ojo y servir como una forma viable de socializar e interactuar en internet con otras personas.
La Universidad Abierta de Cataluña, en Barcelona, desarrolló un estudio con 27 personas de entre 18 y 40 años. El estudio confirma que hubo un mayor signo de inteligencia dependiendo de si los participantes habían jugado o no videojuegos mientras crecían.
El grupo de participantes se mezcló con los que habían jugado previamente videojuegos en su etapa infantil y con los que nunca lo habían hecho. Se les obligó a jugar 1,5 horas al día durante 10 días consecutivos, después de su período de entrenamiento y 15 días después de dejar de jugar, para medir las habilidades cognitivas.
El juego en cuestión fue Super Mario 64, un juego que ya ha demostrado anteriormente tener una asociación directa con cambios estructurales en el cerebro. De la misma forma, un grupo de voluntarios también fue sometido a estimulación magnética transcraneal -TMS-, una técnica de estimulación cerebral no invasiva, para ver si podía mejorar su rendimiento en el juego.
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Super Mario Bros de 1985 desarrollado por Nintendo. |
Los participantes de ambos grupos mejoraron su rendimiento en el videojuego, pero aparentemente no hubo un efecto de mejora como resultado de la estimulación magnética transcraneal. Los participantes se desenvolvieron de manera diferente en las tareas de memoria de trabajo antes del entrenamiento del juego, pero mostraron resultados similares después de las 15 horas de sesiones de juego.
“Las personas que eran ávidos jugadores antes de la adolescencia, a pesar de que ya no jugaban, se desempeñaban mejor en las tareas de la memoria de trabajo, que requieren mantener y manipular mentalmente la información para obtener un resultado”, afirma Marc Palaus, líder del trabajo que publica la revista Frontiers in Human Neuroscience.
"Aquellos que jugaban con regularidad cuando eran niños obtuvieron mejores resultados desde el principio en el procesamiento de objetos 3D, aunque estas diferencias se mitigaron después del período de entrenamiento en videojuegos, cuando ambos grupos mostraron niveles similares", afirmó el experto.
Fuente: muyinteresante.es
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