Expertos en salud y estadística desconfían de datos oficiales y sospechan que las autoridades pueden modificarlas a su conveniencia.
Desde que los casos de coronavirus comenzaron a incrementarse vertiginosamente en el país, alrededor de la segunda quincena de mayo del año pasado, no han cesado las dudas sobre las cifras oficiales de la pandemia, no solo de contagios sino también por las muertes.
Las propias autoridades sanitarias han reconocido un desfase de los fallecimientos que se reportan a diario con los que en realidad ocurren y según sus propias estadísticas han tenido que regresar meses para corregir la cifra de decesos de ciertos días, lo que hace dudar de la fiabilidad de los números y peor aún de las medidas que se toman para luchar contra el virus, si estas se adoptan con base a estadísticas desactualizadas.
Si se tomara en cuenta las cifras de muertos por covid-19 que recopila la estadounidenses universidad Johns Hopkins, referente mundial en cuanto a las estadísticas de la pandemia, desde principios de noviembre pasado que se comenzó a gestar una segunda ola del coronavirus.
Según esta misma base de datos, desde el pico máximo que se alcanzó en la semana que terminó el 12 de julio —272 fallecidos—, el número comenzó a disminuir progresivamente hasta alcanzar la semana que finalizó el 10 de octubre su cifra más baja —64—. Desde ahí, poco a poco los fallecimientos comienzan a subir hasta que se registra un nuevo pico de muertes al 20 de diciembre.
Sin embargo, la curva es muy distinta cuando se procesan los datos que el Ministerio de Salud tiene en su sitio oficial y aparenta solo un pico de 413 decesos en la semana que terminó el 12 de julio y de ahí se registra un pronunciado descenso hasta la semana que finalizó el 17 de enero, sin que existan indicios de una segunda ola de muertos por la enfermedad.
¿Por qué la diferencia entre ambos datos si al final suman lo mismo?
Las cifras oficiales pueden ser modificadas por las autoridades, incluso en fechas anteriores. El propio Gobierno lo ha admitido, lo que en la práctica significa que las cifras de fallecimientos de hace meses no necesariamente son 100 por ciento finales.
De hecho, este medio revisó la base de datos de muertos hasta el pasado 17 de enero y al volver a revisarla una semana después se constató que habían hecho ajustes incluso en meses tan lejanos como agosto, julio, junio y hasta mayo del 2020.
Recientemente un médico del hospital temporal del Parque de la Industria comentó que no se explicaba por qué no se habían reportado decesos en cierto día cuando en la víspera sí hubo fallecidos en ese nosocomio y sí fueron notificados al Ministerio.
Si a esto se le añade el casi seguro subregistro de más de casi dos mil 500 muertes existentes de acuerdo con los datos del Registro Nacional de las Personas (Renap) da como resultado una desconfianza en los datos, tal como lo afirman voces relacionadas al tema y que han dado seguimiento a los números de la pandemia desde que comenzó según una investigación de Prensa Libre.
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