El presidente emitió un discurso de apenas siete minutos para presentar el informe de su primer año de gobierno, ante un Congreso marcado por la ausencia de la oposición y manifestaciones sociales.
“Dimos esos primeros pasos firmes y rápidos con forme empezaba nuestro primer año de gobierno, pero algo nos interrumpió y obligó a ponernos en pausa, llegó una pandemia”, dijo el presidente, Alejandro Giammattei, al inicio del discurso por su primer año de gobierno.
Era un hecho que el covid – 19 estaría presente, la crisis sanitaria marcó buena parte de la agenda política en 2020 y las estrategias de gobierno tuvieron que girar alrededor del coronvirus, pero fue la única mención a la pandemia que hizo el mandatario en su discurso.
Olvidó resaltar el trabajo de los hospitales temporales que coordinó el desaparecido Centro de Gobierno, la forma en que se ejecutaron los préstamos que autorizó el Congreso y, principalmente, a las 5 mil 151 personas que al día de hoy han perdido la vida a causa de la pandemia.
“No nos hemos dado cuenta y realizado que hoy somos mejores que hace un año”, fue otra de las frases del presidente, pero hace un año él fue recibido, por una buena parte de la población, con los brazos abiertos, pero ayer decidieron ir a manifestar en su contra.
“Mi compromiso señores diputados es seguir trabajando de la mano con ustedes; les ofrezco no una sino dos manos para que trabajemos unidos en esta legislación para construir una agenda nacional”, dijo a los legisladores, incluidos los pocos de la oposición que decidieron estar presentar en la plenaria.
Este grupo de diputados mantiene su idea, que el presidente está manipulando al Congreso comprando las voluntades de todos aquellos legisladores que conforman la denominada alianza oficialista.
“Vacuna de fe”
También comenzó el primer periodo de sesiones ordinarias en el Congreso para el 2021. Su presidente, el oficialista Allan Rodríguez, aseguró que va a impulsar una agenda que permita fortalecer al sector justicia.
Pero el año pasado, cuando también presidió la Junta Directiva, no tomó en cuenta varias de las sugerencias de la oposición y grupos sociales, que pedían más sesiones plenarias para cumplir con la retrasada elección de Cortes.
“Guatemala está de pie, por eso se equivocan aquellos que con intereses perversos y en medio del azote de una pandemia y el impacto de tormentas tropicales han querido promover en el país una agenda de odio”, resaltó Rodríguez en una parte de su intervención.
Poco después pidió que la justicia no se utilice como un arma contra rivales políticos. La mayoría de sus mensajes estaban envueltos por palabras que daban una tónica religiosa a lo que se esperaba fuera un contundente mensaje político.
“Está en nuestras manos el producir y llevar a todos los rincones de nuestra Guatemala la vacuna de la fe, la vacuna de la esperanza, la vacuna de la paz, la vacuna del amor al prójimo”, enfatizó el congresista.
¿Y la crisis política?
Otro de los temas que, tanto Giammattei como Rodríguez, olvidaron mencionar en sus discursos, fue la inestabilidad política, según un grupo de expertos que tomaron la tarea de evaluar el mensaje de los dos funcionarios.
“Ambos discursos, presidencial y del organismo legislativo, estaban casi como unidos por el mismo hilo conductor: se olvidaron de la realidad tan dura de la pandemia, de los muertos por el covid – 19. Tampoco abordaron el tema de las inundaciones de las tormentas, que causaron estragos especialmente en el interior del país. Se les olvidó hablar de los damnificados por ambos azotes”, señaló Ramiro McDonald, semiólogo y docente universitario.
Pero la ausencia del vicepresidente Guillermo Castillo, en la presentación del informe de su compañero de fórmula, no pasó inadvertida, todo lo contrario, tan solo sustenta la fricción que existe dentro de la Casa Presidencial, según Marcio Palacios, analista independiente.
“Se ve que es un presidente que está roto emocionalmente porque pierde la batalla del comando de gobierno, políticamente es un discurso vacío porque está perdiendo batallas políticas, es el hecho que el vicepresidente no vaya, 39 ausencias en el legislativo también refleja la crisis a la que se va a enfrentar la cuasi misma Junta Directa al servicio de intereses facticos y foráneos”, explicó.
Pero la brevedad del mensaje es grave para Rubén Hidalgo, director del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep), ya que destaca que es la única forma en que personas con analfabetismo podían conocer la manera en que su presidente está trabajando.
“Es un discurso demasiado egoísta en cuanto a que no comparte ningún tipo de información dura, datos reales sobre el estado de país, como lo encontró, como ha logrado disminuir riesgos y que es lo que busca como gobierno superar en el 2021, seguimos sin saber dónde está el dinero, por ejemplo”, refirió.
Para los expertos no se puede decir que estamos mejor que hace un año, como aseguró el presidente, porque hacen falta las estadísticas, aquellos indicadores que demuestren que en medio de todas las complejidades que hubo el año pasado, al menos, en algún tema, se haya avanzado.
Palacios por su parte rechazó uno de los mensajes del presidente del Congreso, por afirmar que está más que alejado de la realidad, “Guatemala no está de pie, Guatemala está de rodillas por el pacto de corruptos, por una pandemia que está matando a la población y por los ciclos del niño y la niña que está devastando la producción, eso de que Guatemala está de pie es una falacia”, puntualizó a Prensa Libre.
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