Analistas en seguridad ven pros y contras en el ofrecimiento del cierre de la SAAS, una institución que nace de los Acuerdos de Paz.
El presidente Alejandro Giammattei informó que desde las primeras semanas luego de asumir la Presidencia de la República se envió al Congreso de la República una iniciativa de ley para suprimir la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS).
El mandatario fue consultado ayer en una visita a instalaciones de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) sobre las compras de más de mil libras de mariscos y carnes rojas que realizó esa institución entre marzo y septiembre, según reveló ayer Prensa Libre.
Al ser cuestionado, Giammattei se limitó a responder que su propuesta de campaña de disolver la SAAS sigue en pie, pero es el Congreso el que debe de continuar con el trámite.
“El cierre de SAAS está planteado desde la tercera semana de enero. Siempre dijimos que había que cerrarla, estamos en eso. Mandamos el proyecto de ley (al Legislativo), pero yo no soy el Congreso. La SAAS fue creada por un decreto de ley y tiene que ser derogada por decreto de ley”, dijo el presidente al ser consultado.
Pros y contras
La SAAS nace de los Acuerdos de Paz que pusieron fin al Conflicto Armado Interno. La idea fue crear una institución civil que se encargara de la seguridad del presidente, vicepresidente y sus respectivas familias. Anteriormente estas funciones estaban a cargo del Ejército por medio del Estado Mayor Presidencial.
Carmen Rosa de León Escribano, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), ve un peligro al cerrar la SAAS, ya que las funciones que desempeña probablemente se trasladarían a la Guardia Presidencial.
Si esto pasa, uno de los riesgos es que por ser una institución militar, se podría obstaculizar la fiscalización de sus gastos y se reduciría la transparencia, teme la directora de IEPADES.
“Eso es anómalo, es darle al Ejército los gastos que tienen que ver con Presidencia. (…) Creo que la SAAS no se tiene que cancelar. Se debe reducir (sus costos) y no que sea un elefante blanco de gastos”, dijo Escribano.
Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEN), dijo que la SAAS tiene dos funciones que son incompatibles. Por un lado, debe custodiar del presidente, pero también administra las compras de la Presidencia.
Quezada considera que sí es viable cerrar la SAAS y retornar las funciones que desempeña a una dependencia militar, la cual debería rendir cuentas como cualquier otra institución dados los avances que ha habido en la legislación.
No obstante, advierte que el cierre de la SAAS no generaría ahorros, precisamente, ya que habría que indemnizar a una gran cantidad de personal.
“Es viable (el cierre de SAAS), aunque financieramente estos cambios generan costos. En aquel entonces (durante la campaña) el presidente decía que cerrar la SAAS va a economizar dinero, yo no lo creo así… ¿Porque qué va a hacer con todo el personal? Si hay que indemnizarlos no se va a economizar”, cuestiona Quezada.
“No les vamos a dar pan con frijol”
El titular de la SAAS, Héctor Castillo, fue cuestionado en la bancada Todos sobre las compras de mariscos y carnes rojas a cargo de esa institución. Se le consultó quién ha consumido esos alimentos y respondió que se sirven para visitas a la presidencia de ministros, embajadores o diputados.
Castillo justificó la necesidad de esas compras ya que, a su criterio, no se les puede servir “pan con frijol” a los funcionarios.
La citación fue dirigida por el diputado Felipe Alejos, quien aseguró que las compras de algunos productos, como el camarón jumbo o salmón, están sobrevalorados.
Alejos también tiene señalamientos por corrupción durante su paso por el Congreso. El pasado 28 de septiembre, Estados Unidos le retiró la visa por “enriquecerse” con el erario, según anuncio del Departamento de Estado.
“Mientras actuaba en su capacidad oficial como diputado en el Congreso de Guatemala, el señor Alejos estuvo involucrado en actos de corrupción para enriquecerse, al mismo tiempo que perjudicó gravemente la actividad económica internacional de las empresas estadounidenses”, se lee en la designación del Departamento de Estado
PrensaLibre
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