El Superintendente dijo que para elevar la recaudación fiscal se podría aumentar los impuestos al cemento y los combustibles, para el año 2021.
El jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Marco Livio Díaz, expuso este 22 de septiembre ante diputados las fuentes de financiamiento del presupuesto de 2021 por Q99 mil 700 millones.
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El Ejecutivo ha insistido que el proyecto de 2021 contiene un capítulo para la reactivación económica ante los efectos del coronavirus y el Congreso tiene hasta finales de noviembre para aprobarlo.
En la reunión Díaz dijo que para elevar la recaudación fiscal se podría aumentar los impuestos al cemento y los combustibles, pero aclaró en rueda de prensa que el proyecto de presupuesto no plantea alguna propuesta en ese sentido.
Según el jefe de la SAT, las fuentes de ingreso del gasto de 2021 están diseñadas con bases técnicas del Banco de Guatemala, el Ministerio de Finanzas y la institución que dirige, cuyas proyecciones son una recaudación de Q64 mil 326.2 millones de ingresos brutos (Q61 mil 426.1 de ingresos netos) durante el próximo, sin tomar en cuenta aumento de impuestos.
En una reunión de funcionarios con la Comisión de Finanzas del Congreso, el Superintendente de Administración Tributaria (SAT), Marco Livio Díaz, dijo que como país se tiene la responsabilidad de elevar la carga tributaria y que posiblemente se necesitaría una reforma tributaria para lograrlo y mantener la relación entre los niveles de deuda e ingresos impositivos.
La respuesta surgió al ser consultado por parlamentarios sobre los niveles de deuda y de déficit fiscal del país y la calificación que las firmas calificadoras de riesgo puedan emitir para Guatemala.
Ante consultas de diputados, Díaz respondió que no se prevé aumento a los impuestos generales de la población, sino a algunos impuestos específicos y que por el momento se analizan cambios de tasas al impuesto a la distribución de cemento y al de distribución de petróleo y sus derivados (combustibles), conocido como IDP.
“Creo que se está pensando en la revisión de la tasa del impuesto al cemento y se está pensando un poco en combustibles y en una ley que resuelva algunos problemas que tienen como el sistema tributario complicado”, dijo Díaz, aunque no mencionó fecha en que se podría hacer alguna propuesta.
El impuesto al cemento grava con Q1.50 cada bolsa de 42.5 kilogramos de peso o su equivalente, cuando sea a granel o “clinker”, o en bolsas de peso diferente, según el decreto 79-2000.
El IDP grava con Q4.70 cada galón de gasolina superior y Q4.60 el de regular, además el diésel y el gas.
Aparte de ello agregó que en general no es necesario subir las tasas sino imponer medidas de control. Mencionó como ejemplo que se puede establecer que para que un gasto sea deducible y el crédito fiscal sea procedente, el comprador debe verificar que esa factura y el proveedor está pagando los impuestos correspondientes.
Un ejemplo es que ya se trabaja en un plan piloto con 6 mil 009 grandes contribuyentes para que puedan identificar esas acciones para lo cual deben contar con herramientas de la SAT que les permitan esa verificación.
Este grupo genera el 84% de la recaudación del país. Se trata de que le pidan a todas las personas que les venden que pague los impuestos, comentó.
Por ahora ya se empezó a anunciarles de que cada vez que graban su declaración del IVA, el sistema detecta si algún proveedor no está cumpliendo y se le pone en rojo, y conforme se avance en el proyecto se tendrá la capacidad, en un plazo dentro de uno a tres meses, de brindarle una herramienta con la cual la empresa verifique que todos los proveedores estén pagando los impuestos.
“Me he sentado con grupos económicos importantes del país y están dispuestos a hacer como parte de sus procedimientos de compra esa verificación” y eso ayudaría ampliar la base tributaria y entonces no estaría considerando subir impuestos, agregó Díaz.
También se trabaja en otras salidas y se ha diseñado un módulo electrónico que permitirá devolver el crédito fiscal en 90 día a los exportadores. Además de controles al contrabando, identificación cumplimiento por sector económico, y la restructuración de la intendencia de fiscalización.
La recaudación propuesta para el 2021 es de Q61 mil 426 millones, en términos netos, y unos Q64 mil 326.2 millones en términos brutos.
En el 2020 se prevé recaudación de Q57 mil 107.9 millones netos, y una brecha fiscal de Q6 mil 900 millones.
A la fecha la brecha fiscal del 2020 va en Q4 mil 400 millones, se agregó en la reunión.
En la primera sesión de discusión del Presupuesto de Ingresos y Egresos para el 2021 realizada por la Comisión de Finanzas del Congreso, participó González Ricci quien brindó detalles del total del presupuesto por Q99 mil 700 millones.
Presupuesto podría generar más crecimiento
El presidente del Banco de Guatemala, Sergio Recinos mencionó las perspectivas económicas. Expuso que el crecimiento económico para el 2021 se estimó en 2.5% con un déficit fiscal en el presupuesto de 2.8%, pero el crecimiento podría llegar a 3.5 o hasta alrededor de 4%, con el déficit de 4.9% que está proponiendo el gobierno con el fin de invertir más en infraestructura. Esa previsión dependerá de la aprobación del presupuesto y cómo se ejecute, añadió.
Jhony Gramajo, gerente económico del Banguat, agregó que “en realidad no estamos planteando una recuperación completa en V, es más una recuperación al estilo del logo de Nike, la recuperación va bastante lenta”.
Diputados de la Comisión de Finanzas, la que deberá dictaminar el proyecto, plantearon dudas sobre el optimismo del Ejecutivo en alcanzar una recaudación en los términos que expresó Díaz y cuestionaron además que el gasto destine fondos para inversión en carreteras sin privilegiar a las familias perjudicadas durante la pandemia.
PrensaLibre
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