Visitan restaurantes, almacenes, salen a las calles, viajan luego que el gobierno realizó la apertura del país.
Con el descenso de casos de covid-19 reportados diariamente en el país, también han disminuido las medidas de prevención entre los guatemaltecos.
Los casos positivos de covid-19 anunciados por el Ministerio de Salud han ido en descenso en las últimas semanas, lo que empujó a la reapertura paulatina del país. Este panorama alimenta, en parte, la percepción de la población de que lo peor de la pandemia ya pasó, y con ello, comienza a bajar la guardia ante el virus.
Cientos de guatemaltecos visitaron El Paseo de la Sexta, calle de restaurantes y almacenes de artículos y ropa. Las personas salen después de que el gobierno dejara libre las restricciones de cierre por el contagio del Coronavirus.
A la pregunta ¿qué tanto se están cuidado del coronavirus?, cuatro de cada 10 personas señalaron que se están protegiendo poco o nada del contagio, cuando un mes atrás eran solo tres quienes no lo hacían, según el sexto Estudio exploratorio sobre las actitudes de los guatemaltecos hacia el coronavirus, elaborado por ProDatos.
Con tan solo una persona que le pierda el miedo al virus y no continué con las medidas sanitarias, puede llevar a un nuevo repunte de casos. Expertos ya lo advirtieron, se espera una segunda ola de contagios. José Ortiz, director del Observatorio del Covid – 19 para Guatemala, dice que esta llegará a principios de octubre.
El descuido es perceptible tanto en hombres como en mujeres. En ellos representa un 4 por ciento y en ellas un 6 por ciento que no están siguiendo el protocolo de cuidado establecido por las autoridades de Salud.
Los jóvenes son el grupo que menos medidas de protección ha seguido desde que comenzó la pandemia y continúan con esa actitud, pero ahora el relajamiento también se ve entre los adultos.
Cuando los mayores de 55 años eran los que mostraban una preocupación más alta ante el virus y tomaban con rigor las medidas de protección y de prevención, en el sexto estudio de ProDatos se evidencia un cambio de actitud. Del 84 por ciento que decía cuidarse mucho, actualmente la cifra es del 70 por ciento. Pese a ello, son el grupo de la población que más precauciones toman.
Ricardo Sáenz de Tejada, antropólogo, politólogo y coordinador del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), menciona que este comportamiento obedece a la “rutinización del riesgo”.
Las medidas de confinamiento al inicio de la pandemia fueron un tanto severas, y tuvieron efectos económicos, psicológicos y resultaron insostenibles a largo plazo.
Cuando el Gobierno las “relajó”, la población lo interpretó como una señal de que el riesgo había descendido, lo que se sumó al cansancio de la gente ante el encierro.
Esto a criterio de Sáenz de Tejeda ha llevado a ese cambio de actitud en los guatemaltecos, también ha contribuido la desinformación por parte de las autoridades sobre los casos positivos de covid-19 en el país.
Pero hay un aspecto más que el antropólogo ve que ha influido en la percepción de que el virus no es peligroso y por tanto no hay que cuidarse tanto, y es el “conocimiento popular” sobre la pandemia.
Las personas le han dado crédito a los tratamientos ambulatorios que circulan en redes sociales y de boca en boca y no acuden a los hospitales. Además, la atención de casos leves en los hogares ha aumentado la confianza de las personas de que el virus no es riesgoso.
Prensa Libre
Comentarios