Su ausencia fue notoria en los espacios vacíos reservados para su llegada. La Secretaria de comunicación argumentó que se encontraba en otras actividades.
Gonzalo de Villa y Vásquez fue investido este jueves 3 de septiembre como Arzobispo Metropolitano. Pese a ser un evento religioso importante, se llevó a cabo con la ausencia del presidente Alejandro Giammattei.
A la Santa Eucaristía de investidura se hizo presente el vicepresidente Guillermo Castillo, el alcalde capitalino Ricardo Quiñónez, el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas y el director de la Comisión Presidencial para la Prevención del Covid-19, Edwin Asturias.
Sin embargo, el presidente Giammattei no estuvo presente y su ausencia fue notoria en los espacios vacíos reservados para su llegada. Sobre su ausencia a la ceremonia, la secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Francis Masek, dijo: "El señor Presidente se encuentra en otras actividades de trabajo y en el monitoreo del huracán Nana".
El mandatario escribió en sus redes sociales: "Siempre es un motivo de alegría contar con liderazgos como los de monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, a quien damos la bienvenida como Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala...".
Durante su Homilía, De Villa y Vásquez manifestó que como Arzobispo está obligado a dar palabras de aliento, pero también a cuestionar y denunciar sin manipulación de ningún sector las situaciones que lo ameriten.
Gonzalo de Villa y Vásquez fue investido este jueves 3 de septiembre como Arzobispo Metropolitano. Durante el mensaje de su homilía clamó por los pobres, la verdad y la unidad.
"No somos partido político, ni frente nacional, ni siquiera Magna Asamblea, somos un rebaño pequeño al que el Señor nos llama a no temer. Somos llamados a apreciarnos y valorarnos, a animarnos entre todos, a creernos en comunión con Dios", manifestó.
La investidura se realizó en una Santa Eucaristía en la Catedral Metropolitana, la cual se llevó a cabo con la ausencia del presidente Alejandro Giammattei. Únicamente se hizo presente el vicepresidente Guillermo Castillo, el director de la Comisión Presidencial para Prevenir el Covid-19, Edwin Asturias, del Alcalde Capitalino, Ricardo Quiñónez y del procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas.
"Se espera del Arzobispo una palabra de aliento, pero también de cuestionamiento de denuncia sin manipulaciones de ningún sector. Darle peso a la palabra significa no prodigarla en la vida pública, pero tampoco quedarse callado ante situaciones que ameritan la denuncia o llamado a la reflexión. Con nombres propios en ocasiones, dirigidos a toda la sociedad en otras", señaló.
Además, dijo: "Hablar de pobres, es hablar de aquellos que son bienaventurados. Es hablar de las grandes mayorías pobres y tantas veces empobrecidas en Guatemala. Es hablar del corredor seco y sus hambrunas, es hablar de asentamientos marginales, de indígenas desposeídos. Es hablar de aquellos en cuyo nombre seremos juzgados. Es hablar de desnutrición infantil y de muertes prematuras"
De Villa citó a San Alberto Hurtado: "Acabar con la miseria, con la pobreza es imposible. Pero luchar contra ella es deber sagrado, eso nos obliga todos".
Señaló que la Iglesia Católica es para los pobres, para los humillados y postergados. "De presos encarcelados, víctimas muchas veces de un sistema inoperante de justicia. Es una iglesia de migrantes y de refugiados, de familias ejemplares y de familias rotas"
Soy502
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