La pandemia del coronavirus presionó al débil sistema de salud guatemalteco al punto que para atender la emergencia se ha sacrificado a pacientes que sufren otras patologías, aseguran analistas.
La pandemia del coronavirus no ha impedido que miles de guatemaltecos continúen enfermándose de padecimientos diferentes al covid-19, que van desde resfriados comunes hasta males más severos como cánceres u otras enfermedades catastróficas o crónicas.
Estas personas han requerido de los servicios de salud, que a su vez demandan recursos financieros del Estado, y según sectores relacionados al tema han tenido que ser relegadas para atender la emergencia por el nuevo coronavirus.
Tan solo de enero a junio pasado, el Sistema de Información Gerencial en Salud, del Ministerio de Salud, contabilizó más de 3.4 millones de casos atendidos solo de las 20 primeras causas de morbilidad.
Dentro de las enfermedades, las infecciones respiratorias agudas son las que más se han producido con un millón 402 mil 669 casos atendidos. Le siguen las amigdalitis con 401 mil 581, las gastritis, 309 mil, las enfermedades transmitidas por alimentos —como las diarreas y la hepatitis— y los trastornos del sistema urinario, 282 mil 747.
En cuanto a los departamentos con mayor morbilidad, el dato no es proporcional a la cantidad de habitantes puesto que el departamento de Guatemala, el más poblado del país, es el sexto con mayor número de casos.
Los cinco departamentos con más enfermos, según datos de Salud, son San Marcos, 419 mil 318; Huehuetenango, 345 mil 764; Alta Verapaz, 309 mil 992; Petén, 281 mil 346, y Quiché, 264 mil 315.
Aparte de los miles de guatemaltecos que se han enfermado por males que suelen ser típicos en Guatemala, otros miles se han sumado a la lista de padecimientos crónicos o considerados catastróficos.
Los datos reflejan que de enero a junio se produjeron 192 mil 468 casaos de enfermedades crónicas, entre estos resaltan los casos de asma, diabetes mellitus, complicaciones cardíacas, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica. No faltan distintos tipos de tumores malignos (cáncer), así como leucemia y los infartos cerebrales.
En cuanto a grupos etarios, entre las 20 causas de mayor morbilidad, fueron los menores de 1 a 4 años quienes más se enfermaron, seguido de los niños y niñas de 5 a 9 años. Luego se encuentran los jóvenes de 25 a 29, de 20 a 24 y de 30 a 34.
Atención se ha complicado
Con las consultas externas cerradas a consecuencia de que los recursos y la atención se centraron en la pandemia, a estos pacientes se les ha vuelto cuesta arriba recibir la atención que tradicionalmente se les ofrecía en los centros asistenciales del sistema nacional de Salud, lo cual no deja de poner en riesgo su vida, afirman voces relacionadas al tema.
“Esa ha sido una de las grandes consecuencias de la pandemia, que vino a incrementar la demanda de servicios y al mismo tiempo no se subió la oferta y entonces, obviamente los sacrificados fueron aquellos que no padecían covid-19”, aseveró la analista Karin Slowing, para quien los países donde más ha sufrido la gente son aquellos que tienen sistemas de salud débiles y menos preparados.
Quienes se han visto más privados del derecho a la salud son los que utilizan los servicios de atención primaria y secundaria puesto que ante el temor al covid-19 del personal y la falta de capacitación y de equipos de protección temporal optaron por cerrar los centros y puestos de salud o atender a menos pacientes, añade.
PrensaLibre
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