La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) realizó una supervisión a las instalaciones del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) ubicado en la zona 9 capitalina, los resultados de la verificación arrojan más de 40 falencias en la atención a los pacientes con COVID-19, que incluso están siendo atendidos en el suelo y en carpas que dan a la calle. A continuación te presentamos el listado completo de los hallazgos realizados por la PDH:
El espacio destinado para la atención de pacientes de COVID-19 está donde normalmente funciona la emergencia, el cual fue dividido en un sector para la atención de dichos pacientes y otro para pacientes con diversas enfermedades.
Hay 123 pacientes con COVID-19, divididos así: Medicina, 17; Área de Intensivo, 9; Pasillo, 52; Carpa, 34 y Observación, 11.
Fueron entrevistados 25 pacientes y se dialogó con aproximadamente 40 más, quienes manifestaron su descontento por los tratos inhumanos que les dan y las condiciones de infraestructura donde están siendo atendidos.
Los pacientes están ubicados uno al lado del otro, en total hacinamiento. La mayoría de ellos están en un pasillo (Servicio de Pasillo), de aproximadamente 2.5 metros de ancho, sin que sea posible el distanciamiento de 1.6 metros recomendados como estándar para la atención hospitalaria de pacientes con COVID-19.
El sector de la Carpa está prácticamente ubicado en la banqueta (sobre la calle), allí se ubican a los pacientes recién ingresados y que están a la espera de que se les tome la muestra de hisopado. No hay sillas.
Alrededor de las 21:00 horas estaban cenando en el piso.
Este espacio implementado, por medio de una carpa, tiene áreas abiertas que dan directamente a la calle. Esto deriva que quienes transitan por el lugar tienen una total visibilidad de las personas que están siendo atendidas.
No existen áreas específicas para hombres y mujeres, todos los pacientes comparten el mismo espacio.
El total de pacientes encontrados en las diferentes áreas del servicio COVID-19 fue de 123, de los cuales únicamente 25 cuentan con cama o camilla. Inclusive se encontraron dos pacientes por cama.
El 21 de mayo se trasladaron a 45 pacientes a los diferentes servicios habilitados para seguimiento y cuarentena.
La mayoría de los pacientes están en el suelo, algunos durmiendo en colchonetas, otros en esponjas o sino en cartones.
Personas mayores fueron encontradas en sillas de ruedas, en las cuales han dormido por más de 3 días.
Los pocos pacientes que tenían sábanas indicaron que no se les ha cambiado desde que se las entregaron (promedio de 3 a 6 días).
Se les ha entregado una sola vez la ropa hospitalaria para usar durante su estadía, no se les ha facilitado otra para que puedan cambiarse.
No se cuenta con suficiente agua embotellada, únicamente se observaron dos garrafones de agua para la totalidad de pacientes.
Se observaron nueve bolsas rojas, presumiblemente de desechos bioinfecciosos, que fueron retiradas al momento de la visita, y colocadas en las afueras del área de aislamiento.
Se observaron cúmulos de basura a cada dos o tres metros, entre los cuales destacaban los residuos de la cena.
Los pacientes manifestaron que se les realizó el hisopado y han esperado desde 6 horas hasta 3 días para que les indiquen el resultado del examen y la conducta médica a seguir.
Los resultados de las pruebas se los proporcionan de forma verbal, no se muestra ni se entrega nada al paciente.
Se encontraron pacientes diagnosticados positivos junto con pacientes que están a la espera de los resultados, colocándolos en riesgo de contagio.
No se les está proveyendo medicamentos a los pacientes con enfermedades crónicas, por lo que ellos mismos deben llevarlos, corriendo el riesgo de comprometer su estado de salud si no los tienen a su alcance.
La alimentación está siendo entregada con retraso de una o dos horas, por lo que los pacientes la reciben fría, calificando su calidad como regular.
Todos los pacientes entrevistados indicaron que desde su ingreso no han sido revisados por ningún médico, incluso que no se les toma la temperatura.
El servicio también cuenta con una zona de tamizajes, en la cual uno de los médicos asignados para la atención realiza las pruebas de hisopado. El 21 de mayo se habían realizado 38 pruebas.
Por lo menos 8 pacientes estaban solicitando egreso contraindicado, manifestando que actúan de esta manera debido a la incomodidad del lugar en donde son atendidos. Al consultar al personal médico respecto de esta situación, indicaron que de acuerdo al protocolo, se le da el egreso contraindicado y se notifica para el seguimiento en casa, de ser positiva la prueba; sin embargo, no se tiene la certeza de que efectivamente estos casos sean seguidos por el área de epidemiología como corresponde.
Autoridades indicaron a los pacientes que serían trasladados a un hotel, no obstante; los hoteles contratados (Biltmore y Guatemala Inn) ya sobrepasaron la cantidad establecida.
Se creó un albergue temporal en la Unidad Periférica Zona 5, a donde también se están llevando a los pacientes estables, con un total de 45 personas trasladadas.
Una paciente de 77 años ingresó desde el lunes 18 de mayo y aún no cuenta con cama, camilla o traslado, duerme encima de cartones en el suelo y se le proporcionó una silla de ruedas la misma noche de la verificación.
A los pacientes únicamente se les proporcionó una mascarilla quirúrgica al momento del ingreso, la que no ha sido cambiada. Algunos tienen 6 días con la misma mascarilla.
Solamente se cuenta con un sanitario en el área de pasillo para los pacientes, es de difícil acceso y utilizado por hombres y mujeres. Además, tienen a su servicio una ducha para todos. En el baño no se encontró papel ni jabón para lavarse las manos. Esto limita el acceso a los servicios básicos de pacientes que son personas mayores, personas con discapacidad o dependientes de oxígeno, toda vez que no tienen quién los asista.
Hay un espacio específico para pacientes con enfermedades crónicas, pero que no tienen
complicaciones. Se cuenta con dos máquinas de hemodiálisis para ser utilizadas por pacientes positivos.
Los pacientes que necesitan cuidados de terapia intensiva se remiten al hospital de Tecún Umán.
La ruta de ingreso para los pacientes es complicada, ya que se entra por toda la
emergencia, desde el parqueo hasta el lugar de aislamiento.
El protocolo de salida para el personal incluye el retiro del equipo de protección personal y la obligación de ducharse; sin embargo, la única ducha con que se cuenta no provee intimidad ni espacio adecuado para colocar la ropa limpia, además la infraestructura inadecuada provoca inundaciones durante todo el baño.
Actualmente los médicos y enfermeras que están cubriendo el área de aislamiento pertenecen al mismo personal que antes atendía la emergencia, únicamente fueron
divididos.
Se cuenta con dos médicos, una enfermera graduada y dos enfermeras auxiliares por
turno para atender a más de 100 pacientes.
Al principio de la crisis sanitaria se estaba evaluando a cada paciente positivo, con el fin de que si presentaba síntomas leves o era paciente positivo asintomático pudiera realizar la cuarentena en su hogar; no obstante, a partir del suceso de un paciente fallecido en el Hospital Juan José Arévalo Bermejo se cambió el protocolo de atención y actualmente se ingresa a todos.
Se realizaron pruebas con el GeneXpert. En la actualidad, únicamente están haciendo
pruebas de PCR, puesto que hay desabastecimiento de GeneXpert; por lo que, de acuerdo a los médicos, los resultados se están entregando tarde, en promedio entre 6 a 24 horas, toda vez que debe llenarse la capacidad total de la máquina para poder correr la prueba.
El personal médico y paramédico cuenta con equipo de protección personal adecuado. El personal de enfermería para la atención de pacientes es de 4.
Únicamente los pacientes que cuentan con teléfono celular tienen acceso a comunicarse con su familia, ya que no existe una ruta institucional establecida para esto.
Se encontraron a pacientes con enfermedades crónicas y complicaciones que llevan incluso 3 días en espera de exámenes complementarios como electrocardiogramas, controles de glucosa, rayos X, etc.
Hay 123 pacientes con COVID-19, divididos así: Medicina, 17; Área de Intensivo, 9; Pasillo, 52; Carpa, 34 y Observación, 11.
Fueron entrevistados 25 pacientes y se dialogó con aproximadamente 40 más, quienes manifestaron su descontento por los tratos inhumanos que les dan y las condiciones de infraestructura donde están siendo atendidos.
Los pacientes están ubicados uno al lado del otro, en total hacinamiento. La mayoría de ellos están en un pasillo (Servicio de Pasillo), de aproximadamente 2.5 metros de ancho, sin que sea posible el distanciamiento de 1.6 metros recomendados como estándar para la atención hospitalaria de pacientes con COVID-19.
El sector de la Carpa está prácticamente ubicado en la banqueta (sobre la calle), allí se ubican a los pacientes recién ingresados y que están a la espera de que se les tome la muestra de hisopado. No hay sillas.
Alrededor de las 21:00 horas estaban cenando en el piso.
Este espacio implementado, por medio de una carpa, tiene áreas abiertas que dan directamente a la calle. Esto deriva que quienes transitan por el lugar tienen una total visibilidad de las personas que están siendo atendidas.
No existen áreas específicas para hombres y mujeres, todos los pacientes comparten el mismo espacio.
El total de pacientes encontrados en las diferentes áreas del servicio COVID-19 fue de 123, de los cuales únicamente 25 cuentan con cama o camilla. Inclusive se encontraron dos pacientes por cama.
El 21 de mayo se trasladaron a 45 pacientes a los diferentes servicios habilitados para seguimiento y cuarentena.
La mayoría de los pacientes están en el suelo, algunos durmiendo en colchonetas, otros en esponjas o sino en cartones.
Personas mayores fueron encontradas en sillas de ruedas, en las cuales han dormido por más de 3 días.
Los pocos pacientes que tenían sábanas indicaron que no se les ha cambiado desde que se las entregaron (promedio de 3 a 6 días).
Se les ha entregado una sola vez la ropa hospitalaria para usar durante su estadía, no se les ha facilitado otra para que puedan cambiarse.
No se cuenta con suficiente agua embotellada, únicamente se observaron dos garrafones de agua para la totalidad de pacientes.
Se observaron nueve bolsas rojas, presumiblemente de desechos bioinfecciosos, que fueron retiradas al momento de la visita, y colocadas en las afueras del área de aislamiento.
Se observaron cúmulos de basura a cada dos o tres metros, entre los cuales destacaban los residuos de la cena.
Los pacientes manifestaron que se les realizó el hisopado y han esperado desde 6 horas hasta 3 días para que les indiquen el resultado del examen y la conducta médica a seguir.
Los resultados de las pruebas se los proporcionan de forma verbal, no se muestra ni se entrega nada al paciente.
Se encontraron pacientes diagnosticados positivos junto con pacientes que están a la espera de los resultados, colocándolos en riesgo de contagio.
No se les está proveyendo medicamentos a los pacientes con enfermedades crónicas, por lo que ellos mismos deben llevarlos, corriendo el riesgo de comprometer su estado de salud si no los tienen a su alcance.
La alimentación está siendo entregada con retraso de una o dos horas, por lo que los pacientes la reciben fría, calificando su calidad como regular.
Todos los pacientes entrevistados indicaron que desde su ingreso no han sido revisados por ningún médico, incluso que no se les toma la temperatura.
El servicio también cuenta con una zona de tamizajes, en la cual uno de los médicos asignados para la atención realiza las pruebas de hisopado. El 21 de mayo se habían realizado 38 pruebas.
Por lo menos 8 pacientes estaban solicitando egreso contraindicado, manifestando que actúan de esta manera debido a la incomodidad del lugar en donde son atendidos. Al consultar al personal médico respecto de esta situación, indicaron que de acuerdo al protocolo, se le da el egreso contraindicado y se notifica para el seguimiento en casa, de ser positiva la prueba; sin embargo, no se tiene la certeza de que efectivamente estos casos sean seguidos por el área de epidemiología como corresponde.
Autoridades indicaron a los pacientes que serían trasladados a un hotel, no obstante; los hoteles contratados (Biltmore y Guatemala Inn) ya sobrepasaron la cantidad establecida.
Se creó un albergue temporal en la Unidad Periférica Zona 5, a donde también se están llevando a los pacientes estables, con un total de 45 personas trasladadas.
Una paciente de 77 años ingresó desde el lunes 18 de mayo y aún no cuenta con cama, camilla o traslado, duerme encima de cartones en el suelo y se le proporcionó una silla de ruedas la misma noche de la verificación.
A los pacientes únicamente se les proporcionó una mascarilla quirúrgica al momento del ingreso, la que no ha sido cambiada. Algunos tienen 6 días con la misma mascarilla.
Solamente se cuenta con un sanitario en el área de pasillo para los pacientes, es de difícil acceso y utilizado por hombres y mujeres. Además, tienen a su servicio una ducha para todos. En el baño no se encontró papel ni jabón para lavarse las manos. Esto limita el acceso a los servicios básicos de pacientes que son personas mayores, personas con discapacidad o dependientes de oxígeno, toda vez que no tienen quién los asista.
Hay un espacio específico para pacientes con enfermedades crónicas, pero que no tienen
complicaciones. Se cuenta con dos máquinas de hemodiálisis para ser utilizadas por pacientes positivos.
Los pacientes que necesitan cuidados de terapia intensiva se remiten al hospital de Tecún Umán.
La ruta de ingreso para los pacientes es complicada, ya que se entra por toda la
emergencia, desde el parqueo hasta el lugar de aislamiento.
El protocolo de salida para el personal incluye el retiro del equipo de protección personal y la obligación de ducharse; sin embargo, la única ducha con que se cuenta no provee intimidad ni espacio adecuado para colocar la ropa limpia, además la infraestructura inadecuada provoca inundaciones durante todo el baño.
Actualmente los médicos y enfermeras que están cubriendo el área de aislamiento pertenecen al mismo personal que antes atendía la emergencia, únicamente fueron
divididos.
Se cuenta con dos médicos, una enfermera graduada y dos enfermeras auxiliares por
turno para atender a más de 100 pacientes.
Al principio de la crisis sanitaria se estaba evaluando a cada paciente positivo, con el fin de que si presentaba síntomas leves o era paciente positivo asintomático pudiera realizar la cuarentena en su hogar; no obstante, a partir del suceso de un paciente fallecido en el Hospital Juan José Arévalo Bermejo se cambió el protocolo de atención y actualmente se ingresa a todos.
Se realizaron pruebas con el GeneXpert. En la actualidad, únicamente están haciendo
pruebas de PCR, puesto que hay desabastecimiento de GeneXpert; por lo que, de acuerdo a los médicos, los resultados se están entregando tarde, en promedio entre 6 a 24 horas, toda vez que debe llenarse la capacidad total de la máquina para poder correr la prueba.
El personal médico y paramédico cuenta con equipo de protección personal adecuado. El personal de enfermería para la atención de pacientes es de 4.
Únicamente los pacientes que cuentan con teléfono celular tienen acceso a comunicarse con su familia, ya que no existe una ruta institucional establecida para esto.
Se encontraron a pacientes con enfermedades crónicas y complicaciones que llevan incluso 3 días en espera de exámenes complementarios como electrocardiogramas, controles de glucosa, rayos X, etc.
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