La eucaristía será diferente cuando las misas presenciales se reanuden a finales de mayo en la diócesis católica de Knoxville, Tennessee: sacerdotes y diáconos con mascarillas y gafas de seguridad pondrán las hostias que simbolizan el cuerpo de Cristo en las manos de los feligreses.
Cambios igual de impactantes en la eucaristía se implementarán en iglesias católicas y protestantes a lo largo de Estados Unidos en las próximas semanas, mientras se levantan de manera gradual las restricciones a las reuniones grandes impuestas por el brote de coronavirus.
El artículo de la AP describe que, muchas iglesias que antes motivaban a sus feligreses a beber vino de un cáliz comunitario suspenderán esa práctica, por lo menos de forma temporal. En algunos casos, los clérigos recibirán la instrucción de utilizar desinfectante de manos antes de iniciar con el sacramento.
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