
Ése es Baby (Ansel Elgort), un conductor para escapatorias y con cara de querubín que lleva a los criminales más duros del punto A al punto B, con estilo temerario y una banda sonora personal recorriéndoles la cabeza. Esto se debe a que su ruta de escape la ha planeado siguiendo el ritmo de las canciones específicas que pasan de su ipod impecablemente curado a sus oídos, y que se traducen experta y eficazmente en giros de 180 grados, cambios de velocidad y maniobras evasivas que hacen que los pasajeros- de ninguna manera primerizos- experimenten la vuelta más emocionante de sus vidas.
Lo que a su vez hace de BABY DRIVER, con su combinación de millas por hora y música, la más reciente explosión de emoción multi-género del director Edgar Wright, y un thriller de acción sin parangón.
Baby trabaja para Doc (Kevin Spacey), el cerebro de un grupo que ha gozado de una buena racha en su especialidad; los atracos bancarios a plena luz del día. Y este éxito es debido, en parte, a la fe que Doc deposita en la agudeza automovilística de Baby. Los profesionales que Doc ha buscado incluyen a Buddy (Joe Hamm), un antiguo miembro de Wall Street que un buen día decide convertirse en forajido; Darling, la joven, irrespetuosa y escandalosa socia de Buddy (Eriza González), y el pistolero impulsivo Bats (Jamie Foxx), cuyas sospechas en torno a Baby – que van desde su actitud hasta su aptitud- comienzan a crear una peligrosa grieta en una operación que hasta entonces había funcionado sin fisura alguna.
La apariencia de Baby- los lentes oscuros, su actitud desapegada, sus eternos auriculares- podrían hacernos pensar en un chido demasiado ensimismado, pero sus habilidades como de rayo son insuperables. Sin embargo, la apremiante demanda de su talento y lo que él hace con esto comienza a nublar su sentido de lo que es bueno y lo que es malo, sobre todo cuando se enamora de una dulce y generosa mesera de cafetería llamada Debora (Lily James), y un trabajo maldito pone en riesgo su oportunidad de experimentar el amor y la felicidad lejos de su peligrosa profesión.
Repleta de reveses, retornos, abruptas marchas hacia adelante y saltos cardíacos e inspirada por la clase cintas de persecución que tanto han emocionado al público desde que Steve McQueen, a bordo de un Mustang modificado para la velocidad, cambió el género para siempre, BABY DRIVER representa una carga explosiva tan capaz de modificar las reglas del juego como de cambiar de carriles, y una visión que sólo Wright pudo haber soñado.
Escrita y dirigida por Edgar Wright, BANY DRIVER está producida por Nira Park a través de Big Talk productions y los directores de Working Title, Eric Fellner y Tim Bevan. Los productores ejecutivos son Adam Merims, James Biddle, Rachel Prior, Liza Chasin y Michelle Wright.
BABY DRIVER está protagonizada por Ansel Elgort (The Fault in Our Stars), Kevin Spacey (“House of Cards”), Lily James (Cinderella), Jon Bernthal (“The Punisher”), Eiza González (“Form Dusl til Dawn”), con Jon Hamm (“Mad Men”) y Jamie Foxx (Sleepless).
Para el equipo creativo, Wright conjunto a un grupo de alto octanaje conformado por colaboradores nuevos y viejos. FAAAAAAALTATATATATATATATATATATATATATATATAT
Comentarios