El cuerpo tiene varias zonas erógenas que varían en cada mujer, ya que son áreas más sensibles que otras, como las orejas, cuello, parte interna de los muslos, pezones, y más. La masturbación te ayudará a conocer cuáles son.
Veamos ahora algunos datos curiosos que seguramente desconoces sobre esta actividad sexual.
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| La masturbación en las mujeres puede ayudar a prevenir el estrechamiento y aumentar el flujo sanguíneo. |
Puede aliviar los problemas posmenopáusicos
Los especialistas explican que la masturbación, especialmente con un lubricante a base de agua, puede ayudar a prevenir el estrechamiento, aumentar el flujo sanguíneo, aliviar algunos problemas de tejido y humedad, y aumentar el deseo sexual.
Produce un efecto relajante y placentero
Masturbarse aumenta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo y libera sustancias químicas cerebrales para sentirse bien llamadas “endorfinas”.
Cuando una persona está excitada, sus músculos se tensan; un orgasmo es la liberación de toda esa tensión. Además estás sustancias pueden causar sentimientos intensamente placenteros y pueden hacer que alguien se sienta muy feliz.
Mejora tu vida sexual
Como mencionamos antes, la masturbación femenina puede hacerte sentir sexualmente cómoda y segura. Te pone en contacto con tus deseos y te da la oportunidad de conocer tu propio cuerpo, y tus zonas erógenas.
Experimentar con lo que te hace sentir bien y te hace responder de manera positiva puede conducir a mejores experiencias sexuales, tanto a solas como en pareja.
Es importante orinar después de hacerlo
Por último, es posible que hayas escuchado que puedes contraer una infección urinaria por limpiarte de manera incorrecta cuando usa el baño.
Durante la masturbación pueden ocurrir que toques el ano antes de tocar la vagina, incluso si tu dedo simplemente roza la zona accidentalmente. Orinar ayudará a eliminar cualquier bacteria potencial.
En conclusión
La masturbación femenina es una actividad sexual normal, y no es necesariamente una actividad exclusiva de los adolescentes. No es un problema hacerlo demasiado, siempre y cuando no interfiera en tu tiempo y relación con amigos, familia, escuela, actividades, etc.
Es algo totalmente normal que puede ayudarte a explorar tu cuerpo y estar más en sintonía con él.
Fuente: cgsants.es
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