Fue para un simple procedimiento médico y terminó embalsamada viva

Ocurrió el mes pasado, pero recién salió a la luz esta semana, llamando la atención de medios de todo el mundo. Se trata del caso de Ekaterina Fedyaeva, una mujer de 27 años que murió en un hospital de Rusia luego de que el equipo médico que la atendió cometiera una macabra negligencia.

Según han relatado sus familiares, Ekaterina fue diagnosticada con quistes en sus ovarios, por lo que le indicaron realizarse una laparoscopía para removerlos.

Ya que se trataba de un procedimiento de rutina, la mujer se atendió en el hospital de Ulyanovsk, en el oeste de Rusia. Sin embargo, durante la laparoscopía, el equipo médico a cargo cometió una terrible e irreparable equivocación: en lugar de administrarle suero, le inyectaron formalina, una solución que contiene formaldehído, un compuesto químico que se utiliza para preservar los cadáveres.

Según informó Tass, la agencia de noticias estatal rusa, el equipo médico intentó lavar la cavidad abdominal de la paciente, pero ya era demasiado tarde: Ekaterina fue embalsamada viva.

Valentina Fedyaeva, suegra de Ekaterina, relató a RT, la cadena de televisión estatal rusa, que tras la laparoscopía su nuera estaba consciente y recordó haberle escuchado decir "estoy muriendo". Sin embargo, Valentina pensó que solo se quejaba de dolor. Posteriormente, sus órganos comenzaron a fallar y Ekaterina fue conectada a máquinas para mantenerla viva.

A pesar de que la mujer fue trasladada a un recinto con mayores capacidades para atenderla, unos días después falleció.

"Mis más profundas condolencias a la familia de Ekaterina Fedyaeva (...) Esta es una terrible tragedia. Brindaremos toda la ayuda necesaria a su familia. Aquellos responsables ya han sido identificados y las agencias de investigación continúan trabajando", escribió en Twitter Rashid Abdullov, ministro de Salud, Familia y Bienestar Social para la región de Ulyanovsk.

Aunque todavía no está totalmente claro por qué se produjo la negligencia, Abdullov adelantó que al parecer el equipo médico no leyó la etiqueta del frasco que contenía la formalina antes de administrársela a Ekaterina, una mujer "dulce" y "tierna", que se fue demasiado pronto, según sus más cercanos.

Fuente: El Mercurio de Chile, GDA