Estos son los distintos tipos de 'selfie' que existen

Hace ya algún tiempo que la moda de los selfies llegó para quedarse. Y no sólo eso; el fenómeno ha evolucionado con tanta intensidad y a tal velocidad que en los últimos tiempos han proliferado multitud de tipologías del selfie, dando lugar a toda una cultura de la autofoto que ha encontrado su principal campo de cultivo en redes sociales como Facebook, Twitter y sobre todo Instagram.


Selfie – El original, el que lo empezó todo. En un principio, este término se utilizaba para referirse a todo tipo de autofotos. ¿Qué necesitamos? Sólo un smartphone con cámara delantera y mucho amor propio (o muy poca vergüenza, según se mire).

Groufie – Es, como su propio nombre indica, un selfie en el que aparece retratado un grupo de personas. El más célebre fue el realizado por la presentadora Ellen DeGeneres durante la última edición de los Oscars y que consiguió más de un millón de retweets.

Carfie – Se denomina así a los autorretratos que nos hacemos estando al volante, preferiblemente con el coche parado, no vaya a ser que la fotito nos cueste un viaje al taller o algo peor…

Belfie – En esta variación del selfie, el protagonista básicamente muestra un primer plano de sus posaderas con el objetivo de presumir de glúteos firmes. Famosas como Kim Kardashian, Miley Cyrus o Rihanna lo han puesto de moda.

Helfie – En este tipo de selfie el cabello es la estrella y es utilizado habitualmente por celebridades y egobloggers para lucir peinados y looks a la última.

Selfit – Muy populares en gimnasios y centros de fitness, estas instantáneas se realizan después de haber practicado algún tipo de ejercicio físico y su fin último es mostrar al mundo lo definidos que están nuestros abdominales o lo bien que nos sienta la lycra.

Aftersex – Una de las derivaciones más surrealistas del selfie consiste en inmortalizar, junto a nuestra pareja, el momento posterior a haber practicado sexo.

Selfeet – Todo un clásico del verano, aunque claro está que cualquier momento del año es bueno para fotografiarnos los pies con un bonito paisaje de fondo.

Roofing – El último grito entre los más aventureros consiste en hacer una foto desde un lugar muy elevado. Rascacielos, acantilados, montañas… cualquier lugar sirve para conseguir la imagen más espectacular.

Drelfie – El requisito indispensable en esta clase de selfie es que sus protagonistas estén bajo los efectos del alcohol. No se recomienda compartir este tipo de fotos si queremos mantener intacta nuestra reputación.

Powerselfie – Y, por último, el más difícil todavía: retratarse junto a una autoridad o personalidad importante. Hace algunos años esta moda hubiera sido impensable, pero recientemente el pequeño Nicolás ha demostrado que, en este campo, no hay nada imposible.

Fuente: Weplan